El Gobierno cede permanentemente a los Estados Unidos la base de Morón de la Frontera. Eso ya no es una base, sino una colonia propiamente dicha. Y a todo el mundo le ha dado igual.
Entre la indiferencia general, el gobierno Rajoy acordó el pasado viernes ceder a los Estados Unidos con carácter permanente la base de Morón de la Frontera. Con carácter permanente, es decir: para siempre, a perpetuidad. La presencia norteamericana en Morón se remonta a los pactos de 1953, cuando el gobierno de Franco necesitaba romper el brutal aislamiento impuesto a instancias soviéticas por los vencedores de la segunda guerra mundial. Aquel acuerdo de 1953 estipulaba que España cedía temporalmente la base y se reservaba el 20% de la soberanía sobre la superficie de su territorio. El nuevo acuerdo del gobierno Rajoy prescinde incluso de esa reserva formal. En la práctica, es como si hubiéramos cedido un segundo Gibraltar. Y a todo el mundo le ha dado lo mismo.
El pretexto de la cesión permanente de Morón es facilitar el despliegue del ejército norteamericano contra el yihadismo. Últimamente el yihadismo sirve para justificarlo todo. El despliegue en cuestión constará de 26 aeronaves, 2.200 militares y 500 civiles. Se dice que, con ese contingente, los Estados Unidos podrán actuar en todo momento en acciones defensivas u ofensivas contra objetivos situados en África. Al parecer, el ejército español no está en condiciones de cumplir esas misiones. Hay que suponer que el compromiso americano excluye a las amenazas que provengan de países aliados de los propios Estados Unidos, como Marruecos. Para que “entre” mejor, la entrega viene acompañada del anuncio de una inversión de 29 millones de euros en obras de mejora. Bienvenido, míster Marshall. Nada, en todo caso, que justifique el carácter perpetuo de esta cesión de un pedazo del territorio nacional.
El secretario de Estado americano, Kerry, tenía que haber llegado hoy para firmar los papeles. No podrá porque se ha lesionado practicando ciclismo. Pero tampoco hace falta su presencia, porque la entrega ya es cosa hecha. Ahora se remitirá al Congreso de los Diputados, que, con la mayoría del PP, aprobará sin duda esta sorprendente cesión perpetua de un trozo del territorio nacional español a una potencia aliada, pero extranjera, que desde ahora contará ya no con una base, sino con una colonia propiamente dicha en España. E insistimos: lo más llamativo es que a nadie parece importarle la creación por decreto gubernamental de este segundo Gibraltar. Tan bajo hemos caído.
Fuente: http://www.gaceta.es/noticias/rajoy-lega-segundo-gibraltar-01062015-0806
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